La libertad que todos anhelamos, aunque pocas veces la deseamos, es la libertad de uno mismo. Sin darnos cuenta vamos por la vida queriendo cambiar nuestras circunstancias cuando lo que realmente buscamos es cambiar nosotros. Tener más y mejores oportunidades, que otros nos comprendan, que la vida no sea tan injusta, que otros no se aprovechen, que pueda aprovechar la vida. ¿Será que detrás de todas esas razones estamos obviando importantes relaciones con todo el poder para cambiarnos?
Padre, ayúdame a enfocarme en Cristo más que en mis excusas para el cambio
que tal vez aún no reconozca pero que realmente, rehará, renovará y rendirá los resultados que quiero y necesito.
En Cristo Jesús.
LIBERTAD – LA ESCLAVITUD DE LAS EXPERIENCIAS – ISAÍAS 43:14, 16-19
1.- ¿Cuál consideras sea el cambio más importante que necesitas en este momento?, ¿Cuál crees que sea la razón del porque nos sea tan difícil cambiar?
2.- Al parecer en la vida somos ya sea nuestro enfoque o nuestras excusas. ¿Qué cosas te están distrayendo de poner toda tu atención y disposición en lo que Dios quiere para ti?
3.- Es increíble que podamos ir de iglesia en iglesia (o de relación en relación, de circunstancia en circunstancia) para sentirnos bien sin siquiera atisbar cambiar, buscando comodidad sin querer cambiar ¿Quieres ser sano o sentirte mejor?
4.- Mientras que el paralítico esperaba por el movimiento del agua, Dios espera porque le creamos; mientras esperaba que descendiera, Dios espera porque nos levantemos. ¿Qué cosas esperas que Dios haga que ya ha hecho y que te detienen de creerle en aquello que te pide?
5.- Cuando despejamos nuestras excusas para escuchar lo que Dios dice, cambios suceden, personas cambian, milagros pasan. ¿Qué pasos de fe necesitas dar para la libertad a la que Él te ha llamado? Deja que el grupo te retroalimente y retroalimenta al grupo. Anímense durante la semana. Comenten y oren unos por otros.