Dado que ser la persona que Dios pensó que fueras es lo que más importa y finalmente, interesa, ¿cómo responderás al llamado de transformación que Dios quiere para ti? Si Dios fuera indiferente, ausente y/o prepotente, dudar no solo estaría bien sino dejarlo y lo más pronto posible (con esas ayudaditas mejor yo solo). Pero dado que la creación misma proclama la gloria de Dios y la cruz de Cristo exclama su inagotable amor, la pregunta de esta semana es, ¿a quién cederás?, ¿a los Reinos de este mundo o a Cristo y su voluntad? ¿Aun y cuando tengas que ceder, todo, el corazón?
Padre, creo realmente, que existes, que eres bueno y
que recompensas a los que te buscan de todo corazón.
En Cristo, el favor de Dios para mí.
TU TURNO – PENSÁNDOLO DOS VECES ROMANOS 12:1-2.
1.- ¿Qué prefieres hacer cuando algo se te descompone? (y que aún sirve), ¿Arreglarlo y usarlo, tirarlo y olvidarlo, comprarte uno nuevo?
2.- ¿Crees que tus padres la tuvieron más fácil para descubrir lo que realmente querían? (Lo que importa sobre lo que interesa) ¿Cómo se vio esto en la familia en qué creciste?
3.- Lee por favor Romanos 12:1-2. ¿El que la voluntad de Dios sea “buena, agradable y perfecta” te destantea/descontrola? (Por no decir que te causa incredulidad o indiferencia). ¿Por qué si o por qué no?
4.- Los Reinos del mundo fueron diseñados para distraerte de lo que realmente importa y su estrategia es más y mejor (actualizaciones) y mayor y más cerca (experiencias). ¿De que manera su estrategia te ha distraído de lo que has de nido como más importante?
5.- Transformación es mejor que legislación, revolución o intervención. ¿Cómo consideras has abrazado el proceso de transformación que Dios, en Cristo, tiene para ti? (Abrazar este proceso es la clave para el aceptar, amar y alcanzar todo cuanto Dios pensó para ti y para mi). Deja que el grupo te retroalimente y retroalimenta al grupo. Anímense durante la semana. Comenten y oren unos por otros.
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