Todos tenemos nuestro corazoncito que quiere más y más. Quiere tanto que se está acabando al planeta. ¿Nos daremos cuenta del daño que nuestros deseos nos están haciendo? Al parecer mis decisiones vienen de mis deseos y mis deseos de, ¡mi disfuncional corazón! (quienes no sepan que es esto de la disfunción pueden ver el primer capítulo de la serie. Servidos) ¿Y si el problema no es lo que me falta sino lo que quiero, a mi manera y en este momento?
Padre, dame ojos para ver lo que importa de aquí a cien años,
y no lo que quiero ahorita, ya, en este momento.
Para no se distraído o desanimado por mis deseos engañosos.
TU TURNO – ¿QUÉ QUIERES? – SANTIAGO 4:1-3.
1.-Cuando Pepe hizo la pregunta, ¿QUÉ QUIERES?, ¿Qué te vino a la mente?
2.- Comparte por favor de algo que querías, tuviste y te tuvo, convirtiéndose en ti, en un defecto de carácter, adicción o reproche.
3.- Lean por favor Santiago 4:1-3. ¿Has alguna vez buscado algo tanto que te alejara de lo que Dios te llamaba a ser? ¿Qué te pusiera en conflicto con quien Dios pensaba que fueras?
4.- Lo que quiero, lo que necesito, lo que realmente quiero. ¿Qué quieres realmente? ¿Qué te importa más en la vida? ¿De qué manera el conflicto entre lo que quieres y lo que más valoras te aleja de saber lo que realmente quieres? Deja que el grupo te retroalimente y retroalimenta al grupo. Anímense durante la semana. Comenten y oren unos por otros.
El audio – [Audio] [Descarga la guía] [Devocional – 1 ] [Devocional – 2]