Mucho de nuestra vida gira en torno a dos palabras, más y mejor. Más actividades, mejores cosas. Tal vez en algún momento hemos pensando que de eso se trata la vida y de que así, es como llegamos a ser felices. ¿Qué te será más y mejor, un puño con paz o dos puños con preocupación? Si quieres saber que prefirió el hombre más sabio del mundo ve este mensaje y no te levantes antes por favor.
Padre, ayúdame a recordar que es mejor (y este mejor es realmente más),
un puñado de paz que dos puñados de preocupación.
EL JUEGO EN EL QUE TODOS PIERDEN – JUGAR A COMPARARNOS. – ECLESIASTÉS 4:4-8
I.- ¿Cuándo jugabas deportes o alguna otra cosa de pequeño, eras un buen perdedor? ¿Cómo manejabas el ganar?
2.- En una escala del 1 al 10 (siendo 1 A. Hitler y 10 Jesús; 1 un vagabundo y 10 cumpliendo todos tus sueños) ¿Qué tan bueno o malo crees ser? ¿Qué tan bien o mal crees que están tus circunstancias?
3.- ¿Cuál crees que sea tu mayor ambición en la vida en este momento? ¿De dónde crees que se alimente, de comparar o de confiar, de perseguir el viento o de seguir a Cristo?
4.- Al confiar en Cristo, Dios nos da un propósito de vida que trata con el solo preocuparnos “de cómo vamos”. ¿De qué manera el propósito que Dios te ha dado te ha evitado de estar cansado o quebrado de intentar de ser más o mejor que los demás?
5.- ¿Cuál es la sola cosa que puedes hacer esta semana a fin de que Su paz (contentamiento más gratitud y este más si funciona) te ayude a pausar para priorizar y no pelear, confiar más que comparar? Comparte lo que hiciste. Oren juntos.