Qué había en el corazón de David y qué había en el corazón de Saul, ambos fueron reyes de la posesión más preciada para Dios, Israel. Ambos nos exponen su corazón, ambos nos muestran su inclinación para hacer lo malo, sin embargo, ambos toman decisiones diferentes.
Ayúdame a comprender el significado de tus mandamientos,
para meditar en tus maravillosas obras, me duele y entristece darme cuenta de mi pecado,
he llorado con tristeza, anímame con tu palabra.
Líbrame de mentirme a mí mismo y dame el privilegio de conocer tus enseñanzas.
DAVID – EL GRAN PODER 1ª PARTE – SALMO 119:25-29
1.- ¿Qué es lo que no te agrada de ti mismo, que te gustaría poder sacar de ti, de tus pensamientos, de tus actos, si fuera así de sencillo?
2.- ¿Qué has aprendido de tus errores, de tus aciertos? ¿Recuerdas alguno que haya sido muy valioso?
3.- ¿Te ha pasado que cuando haces algo que no querías hacer, lo primero que quieres, es que nadie se entere?
4.- ¿Qué te llama la atención de esta reflexión que David hace con Dios? Salmo 51: 25-29
5.- ¿Hay alguna situación acerca de Saul como rey, (aunque te parezca que no es agradable) te identifique? ¿Podrías compartir alguna?